Los perros son conocidos por ser compañeros leales, y muchos propietarios de perros te dirán que su amigo peludo les quiere incondicionalmente.
¿Pero qué ocurre cuando tu perro te trae su hueso favorito y te ruega que lo cojas? ¿Por qué lo hacen?
He aquí siete de las razones más comunes por las que tu perro puede querer que cojas su hueso.
1. Para que sea más fácil de masticar
La primera razón por la que tu perro puede querer que le sujetes el hueso es para que le resulte más fácil masticarlo.
Al sostener el hueso mientras lo mastica, le estás facilitando la tarea de comer. La posición del hueso en su boca le dificulta aplicar suficiente presión para romperlo.
Cuando se lo sujetas, puede concentrarse en masticar sin tener que preocuparse de que se le caiga el hueso o de que lo pierda.
Este comportamiento se observa a menudo en cachorros que todavía están cogiendo el tranquillo a masticar huesos. O también puede verse en perros adultos que mastican huesos demasiado grandes para ellos.
Aunque este comportamiento puede considerarse una señal de confianza y afecto, también puede ser bastante molesto. El hueso no sólo gotea saliva mientras tu perro come, sino que también puede ensuciar tu ropa.
Si tu perro te ruega constantemente que le cojas el hueso y te estás cansando de ello, una forma de reducir este comportamiento es darle un hueso de gran tamaño. Así le resultará más fácil masticar y no tendrá que pedirte ayuda tan a menudo.
2. Expresan confianza
Puede que Fido no pueda decírtelo con palabras, pero hay ciertas cosas que hace que demuestran que confía en ti.
Por ejemplo, cuando te trae su hueso y lo deja caer a tus pies, te está diciendo que confía en que te ocupes de él.
Sabe que no te lo comerás ni lo tirarás, sino que lo mantendrás a salvo hasta que esté preparado para volver a masticarlo. Esto puede no parecer gran cosa, pero en realidad es una muestra de confianza muy importante.
Al fin y al cabo, los huesos son bienes valiosos en el mundo canino, y Fido te está confiando una de sus posesiones más preciadas.
Así que la próxima vez que tu perro deje caer su hueso a tus pies, tómalo como una muestra de confianza y afecto y devuélvele el favor manteniéndolo a salvo.
3. Podría ser una señal de afecto
Es muy probable que en el pasado le hayas premiado accidentalmente por este comportamiento.
Por ejemplo, si le has dado a tu perro una golosina o algo de atención cuando se pasea con su hueso, puede haber aprendido que llevar el hueso hacia ti es una buena forma de conseguir lo que quiere.
Los perros aprenden rápido y suelen hacer cualquier cosa para complacer a sus dueños, sobre todo si creen que eso les reportará una golosina u otra forma de recompensa.
Esto significa que los perros pueden ser adiestrados para realizar todo tipo de trucos y tareas, desde las más sencillas (sentarse, quedarse) hasta las más complejas (pastoreo, agilidad).
Esta voluntad de complacer también significa que los perros suelen repetir comportamientos que han sido recompensados en el pasado, aunque ya no reciban una recompensa directa.
Esto les convierte en trabajadores fiables y amigos leales, pero también significa que pueden ser propensos a desarrollar malos hábitos si no se les presta suficiente atención o refuerzo positivo.
Por eso es importante tener cuidado con la forma en que respondes cuando tu perro hace algo.
4. Quieren llamar tu atención
Los perros son maestros del comportamiento de búsqueda de atención. Se quejan, ladran e incluso te traen sus huesos en un intento de llamar tu atención.
Aunque esto puede ser irritante a veces, es importante recordar que nuestros amigos peludos sólo intentan comunicarse con nosotros.
Los perros suelen buscar atención cuando están aburridos, ansiosos o se sienten solos.
Dándoles nuestro tiempo y afecto, podemos ayudarles a sentirse seguros y queridos. A cambio, nos colmarán de movimientos de cola, besos y sonrisas babosas.
5. Puede ser una forma de demostrar su posesión
En el mundo animal, es habitual que los animales reclamen la propiedad de las cosas llevándolas a su guarida o durmiendo con ellas.
Los perros no son una excepción.
En algunos casos, cuando un perro te trae su hueso, puede estar tratando de mostrar posesión sobre ti también. Esto es especialmente cierto si tienes otras mascotas en casa.
Al pedirte que cojas su hueso, el perro está diciendo esencialmente que eres suyo y que no quiere compartirlo con nadie más.
Por supuesto, no todos los perros son posesivos con sus dueños, realmente depende de la personalidad de cada perro. Pero si tienes varios perros en casa, es una buena idea estar atento a cualquier signo de posesividad, por si acaso.
6. Muestran sumisión
En la naturaleza, los perros son animales de manada, y el Perro Alfa es el líder de la manada. El Perro Alfa es el primero en coger la comida, y los demás perros de la manada se someterán a él.
Cuando tu perro te trae su hueso y lo deja caer a tus pies, está demostrando que te considera el Perro Alfa. Es una señal de respeto y lealtad.
Cuando la mayoría de la gente piensa en un perro sumiso, se imagina un animal tímido que se acobarda al menor ruido.
Sin embargo, la sumisión no es necesariamente algo malo. De hecho, hasta cierto punto, puede ser beneficiosa tanto para el perro como para su dueño.
Un perro sumiso suele ser más fácil de adiestrar que una raza más testaruda, y también es menos probable que muestre agresividad.
Siempre que el propietario esté dispuesto a trabajar para socializar y adiestrar adecuadamente a su perro, una personalidad sumisa puede ser una ventaja más que un inconveniente. Por supuesto, existe una fina línea entre la sumisión sana y la timidez.
Cuando la sumisión se vuelve excesiva, puede ser indicio de un problema.
Los perros excesivamente sumisos pueden ser temerosos o ansiosos, y esto puede provocar agresiones u otros problemas de comportamiento.
La sumisión excesiva también puede ser un signo de agresión por dominación, en la que el perro intenta imponerse al líder de la manada.
En cualquiera de los casos, es importante buscar ayuda profesional para solucionar el problema.
7. Puede que pidan jugar
No es ningún secreto que a los perros les encanta jugar. Desde perseguir una pelota hasta roer un hueso, el tiempo de juego es una parte esencial del día de un perro. Si tu perro te da un empujón con su hueso o lo deja caer a tus pies, es posible que te esté pidiendo que te unas a la diversión.
Esto es especialmente cierto si lleva un rato jugando solo y empieza a aburrirse. Se recomienda reservar al menos 30 minutos al día para jugar con tu perro.
Los perros no sólo son el mejor amigo del hombre, sino que también pueden ser maravillosos compañeros de juego. Jugar con tu perro puede aportar una serie de beneficios, tanto para ti como para tu mascota.
Para empezar, jugar con tu perro es una forma estupenda de hacer ejercicio. Si buscas una forma divertida de salir a la calle, jugar a buscar a tu perro o salir a pasear con él es la solución perfecta.
Pasar tiempo jugando con tu perro también puede ayudar a crear un vínculo entre tu mascota y tú. Los perros son criaturas sociales, y jugar regularmente les ayudará a sentirse felices y seguros.
Además, jugar con tu perro puede ayudar a mantenerlo mentalmente agudo. Los perros necesitan una estimulación regular para mantenerse sanos, y jugar es la forma perfecta de proporcionársela.
¿Debes preocuparte?
En su mayor parte, no hay una gran razón para preocuparse por el comportamiento de tu perro de querer que le cojas el hueso.
Es normal que los perros quieran que sus dueños les sujeten los huesos. De hecho, suele ser una señal de afecto. Al fin y al cabo, cuando tu perro te trae su hueso, está diciendo esencialmente: «Confío en ti y quiero que formes parte de mi comida»
Sin embargo, si tu perro empieza a mostrar un comportamiento agresivo mientras lo hace, es importante abordar la cuestión. La agresividad puede ser peligrosa, tanto para ti como para tu perro, y es importante cortarla de raíz lo antes posible.
Además, si tu perro parece excesivamente sumiso o ansioso, es buena idea buscar ayuda profesional. Estos comportamientos pueden ser indicativos de problemas mayores, y es importante llegar a la raíz del problema.
Un profesional capacitado puede ayudarte a entender el comportamiento de tu perro y a encontrar la mejor manera de abordarlo.
Cómo evitar que tu perro te traiga su hueso
Si no te interesa coger el hueso de tu perro, hay algunas cosas que puedes hacer para desalentar este comportamiento.
1. Ignora el comportamiento
Una de las mejores formas de evitar que tu perro te traiga su hueso es simplemente ignorar el comportamiento.
Si tu perro te trae su hueso y no respondes, acabará entendiendo que ese comportamiento no le va a proporcionar la atención que desea.
Sin embargo, es importante ser coherente con esto. Si a veces dejas que tu perro se salga con la suya, aprenderá rápidamente que sólo tiene que intentarlo unas cuantas veces antes de conseguir lo que quiere.
2. Distrae a tu perro
Otra forma de evitar que tu perro te traiga su hueso es distraerlo con otra actividad.
Si tu perro empieza a traerte su hueso, intenta pedirle que haga otra cosa en su lugar. Puede ser cualquier cosa, desde sentarse hasta buscar un juguete.
La clave es desviar su atención del hueso hacia otra cosa.
3. Presta suficiente atención a tu perro
Una de las principales razones por las que los perros traen los huesos a sus dueños es porque buscan atención.
Si te aseguras de dar a tu perro suficiente atención, será menos probable que la busque trayéndote su hueso.
Para ello, tómate el tiempo necesario para jugar con él, acariciarlo y pasar un buen rato juntos.
Conclusión
Los perros suelen querer que sus dueños les cojan los huesos como señal de confianza y afecto. Sin embargo, si tu perro se vuelve agresivo o excesivamente sumiso, puede ser indicativo de un problema mayor. En cualquier caso, es importante buscar ayuda profesional.
Si no te interesa sujetar el hueso de tu perro, hay algunas cosas que puedes hacer para desalentar el comportamiento.
La primera es simplemente ignorar el comportamiento. La segunda forma de impedir que tu perro te traiga su hueso es distraerlo con otra actividad. Por último, asegúrate de dar a tu perro suficiente atención para que no sienta la necesidad de buscarla inventando todo tipo de comportamientos de búsqueda de atención.
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