Los perros y los gatos han sido enemigos desde el principio de los tiempos. O, al menos, eso es lo que nos han dicho.
Pero resulta que hay muchos perros a los que les gusta lamer a sus compañeros de casa felinos, aunque se pasen la mayor parte del tiempo intentando perseguirse.
Entonces, ¿por qué lo hacen? ¿Cuál podría ser la atracción?
En este artículo, exploraremos las cinco razones más comunes por las que los perros lamen a los gatos. También veremos por qué se produce este comportamiento, y qué puedes hacer para que la relación entre estos dos animales siga siendo positiva.
Así que, tanto si eres una persona con gatos como si eres una persona con perros, permanece atento a la información interesante sobre por qué estos dos animales se llevan a veces tan bien
1. Acicalan al gato
Una de las razones más comunes por las que los perros lamen a los gatos es porque los están acicalando. Al igual que los perros se lamen el cuerpo para mantenerse limpios, también lamen a sus amigos felinos por la misma razón.
Este comportamiento se observa a menudo entre compañeros de camada, que se acicalan mutuamente para reforzar su vínculo. Pero también puede producirse entre dos animales no emparentados, sobre todo si tienen una relación estrecha.
Si tu perro lame a tu gato, puede ser una indicación de que se preocupa por él y quiere mantenerlo limpio y sano.
2. Porque están emocionados por ver al otro animal
Otro motivo habitual por el que los perros lamen a los gatos es que están emocionados por verlos. Al igual que nosotros podemos dar un abrazo o un beso a alguien cuando nos alegramos de verle, los perros suelen lamer a sus amigos felinos como forma de expresar su alegría.
Este comportamiento es especialmente común entre perros y gatos que crecen juntos. A menudo se saludan lamiendo la cara del otro, y suele ser una señal de afecto entre los dos animales.
También puedes notar otros signos de excitación en tu perro cuando vea al gato. Puede empezar a mover el rabo o a ladrar alegremente, y es evidente que está encantado de verla.
3. Están jugando
A veces los perros también lamen a los gatos como parte de un juego o una sesión de juego. Esto es especialmente frecuente entre los cachorros, que pueden ver al gato como un juguete divertido al que perseguir y lamer.
Sin embargo, debes vigilar de cerca a los dos animales para asegurarte de que el juego no se descontrola. Si el perro empieza a ser demasiado duro con el gato, es importante intervenir y detener el comportamiento.
4. Les gusta el sabor o el olor del gato
También hay algunos perros a los que simplemente les gusta el sabor o el olor de los gatos.
Esto no suele ser un signo de agresividad o dominación, sino simplemente una indicación de que el perro disfruta con el sabor u olor de su amigo felino.
Si tu perro lame a tu gato y te preocupa la higiene de tu mascota, prueba a rociarlo con una botella de agua para distraerlo. Con suerte, esto romperá el hábito y le disuadirá de lamer al gato en el futuro.
5. Refuerzas inadvertidamente el comportamiento
También hay varios casos en los que los perros lamen a los gatos simplemente porque los dueños les han premiado por hacerlo.
Si alguna vez has dado a tu perro una golosina por lamer al gato, o si le has acariciado cuando hace este comportamiento, estás reforzando inadvertidamente la conducta.
Dependiendo de cómo reaccione tu gato al ser lamido, puedes considerar la posibilidad de interrumpir este tipo de refuerzo. Si tu gato parece molesto o estresado por los lametones, deberías dejar de prestarle atención cada vez que lo haga.
6. Tu perro tiene el instinto maternal de cuidar a las crías
La visión de un gatito puede despertar el instinto maternal en una perra, y puede empezar a lamerlo como forma de cuidarlo.
Esto es especialmente frecuente entre perras adultas y gatitos, pero también puede ocurrir entre un perro y un gato de cualquier edad.
Si tu perra lame a tu gato, puede ser porque siente que tiene que cuidarlo. Puede ver a la gata como vulnerable o necesitada de protección, y quiere ayudarla como sea.
7. Intentan llamar su atención
Por último, algunos perros pueden lamer a los gatos como forma de llamar la atención de sus dueños.
Esto es especialmente frecuente en los perros que no reciben suficiente atención de sus dueños.
Si tu perro lame a tu gato, puede ser porque está intentando llamar tu atención. Intenta prestarle más atención y jugar con él más a menudo para ver si eso ayuda a frenar el comportamiento de lamido.
¿Debería preocuparte que tu perro lama a tu gato?
Hay varias razones por las que los perros lamen a los gatos, pero la mayoría son benignas y simplemente indican que los dos animales se llevan bien.
Sin embargo, si te preocupa el comportamiento lamedor de tu perro, es importante que vigiles de cerca a los dos animales y te asegures de que no se ponen demasiado duros el uno con el otro.
Si ves que tu perro empieza a volverse agresivo o dominante con el gato, es el momento de intervenir y detener el comportamiento.
Por lo demás, no hay motivo para preocuparse de que un perro lama a un gato, siempre que ambos animales estén sanos y sean felices.
Mantén la paz entre tu perro y tu gato siguiendo estos consejos
Los perros y los gatos pueden convivir pacíficamente siempre que ambos animales sean presentados adecuadamente y se lleven bien.
Si has adoptado recientemente un perro y está empezando a lamer a tu gato, aquí tienes algunos consejos para mantener la paz entre ambos:
1. Presenta a tu perro y a tu gato despacio y con cuidado
Si tu perro está demasiado excitado o es agresivo con tu gato, puede causarle ansiedad y estrés.
Preséntalos lentamente teniendo a ambos en la misma habitación pero con diferentes tipos de comida.
Por ejemplo, lleva a tu perro con una correa y haz que coma tranquilamente su comida mientras tu gato come la suya en una habitación separada.
2. Recompensa el buen comportamiento
Si tu perro se comporta bien con tu gato, asegúrate de elogiarlo y premiarlo con golosinas o caricias.
Esto le ayudará a seguir comportándose de forma que te complazca y a mantener la paz entre vuestros animales.
3. Dales mucho espacio para que interactúen entre sí
Si tu perro y tu gato se llevan bien, dales mucho espacio para que interactúen entre ellos.
Esto puede ayudarles a sentirse más cómodos el uno con el otro y puede evitar que se sigan lamiendo.
4. Asegúrate de que el perro recibe suficiente atención
Si tu perro no recibe la atención que necesita de ti, puede frustrarse e intentar conseguirla a través de tu gato.
Asegúrate de prestarle mucha atención, ejercicio y tiempo de juego para que el comportamiento de lamido no se convierta en una auténtica pelea entre perros y gatos.
5. Si el lamido se vuelve demasiado brusco, intervén y detén el comportamiento
No dejes a los dos animales juntos sin supervisión durante los dos primeros meses hasta que estés seguro de que se llevan bien.
Si el perro empieza a lamer al gato con demasiada brusquedad, intervén y mantenlos separados en distintas partes de la casa hasta que el comportamiento disminuya.
Una vez que se lleven bien, no pasa nada si hay alguna escaramuza ocasional, siempre que no provoque lesiones a ninguno de los dos animales.
6. Proporciona un lugar seguro para que el gato se esconda
Si tu perro lame constantemente a tu gato y parece estresado o asustado, considera la posibilidad de comprarle un árbol o torre para gatos que tenga diferentes niveles y espacios para que se esconda.
Esto le dará un lugar donde refugiarse si se siente abrumada o amenazada por el perro.
7. Intenta crear un entorno en el que haya menos conflictos
Si tu perro y tu gato están constantemente en el espacio del otro, esto puede provocar más conflictos.
Intenta crear un entorno en el que tengan sus propias zonas a las que puedan ir cuando necesiten algo de paz y tranquilidad.
Conclusión
Los perros lamen a los gatos por diversas razones, algunas de las cuales aún se están estudiando. Pero, en general, parece que la mayoría de los perros lamen a los gatos como parte de una relación social establecida.
Si tu perro lame a tu gato con frecuencia, no hay que preocuparse, siempre que no le cause ningún daño.
Sin embargo, si tienes alguna duda o preocupación sobre el comportamiento de tu perro, asegúrate de hablar con un adiestrador de perros o un especialista en comportamiento animal. Ellos pueden ayudarte a determinar si hay algo malo y ofrecerte consejo.
Preguntas relacionadas
1. ¿Por qué mi perro se comporta como un gato?
Que un perro se comporte como un gato no es nada raro. Esto puede ocurrir por dos motivos principales. Puede que tu perro se haya criado con gatos, en cuyo caso sólo está copiando lo que ve. O bien te encuentras con un cachorro de mentalidad independiente que quiere ser tan genial como sus compañeros de casa felinos.
2. ¿Por qué mi perro está obsesionado con mi gato?
Muchos perros desarrollan un fuerte impulso de presa y pueden obsesionarse con lamer o perseguir a su gato. Esto puede deberse a que tu perro ve al gato como un animal de presa y disfruta jugando con él. Además, algunos perros pueden ver al gato como un animal de manada y sienten la necesidad de supervisarlo constantemente.
3. ¿Por qué mi perro mordisquea a mi gato?
Que tu perro mordisquee a tu gato puede deberse a varias razones. Uno de ellos podría ser el de acicalar el pelaje y asegurarse de que no hay pulgas ni garrapatas. Tu perro también puede estar interesado en la dominación y en establecerse como alfa.
Deja una respuesta