No sé si debería preocuparme o no, pero mi perra ha estado actuando de forma extraña últimamente. Suele ser muy juguetona y enérgica, pero últimamente ha estado durmiendo gran parte del día, y cuando juega, parece que algo la muerde.
¿Por qué mi perra actúa como si algo la mordiera? Puede ser una razón psicológica o médica. Pero, en general, puede estar causado por alergias, bichos y picaduras de insectos, o trastornos cutáneos como la piel seca.
Veamos con más detalle cada una de estas razones y veamos si hay una solución fácil.
¿Por qué mi perro actúa como si algo le mordiera?
1. Alergias
Las alergias cutáneas pueden hacer que tu perro pique como un loco. El picor puede ser tan intenso que se morderá y rascará la piel o incluso se morderá la zona afectada para aliviar el picor.
Según las causas, la dermatitis alérgica en los perros puede dividirse en tres tipos:
- Dermatitis alérgica a las pulgas
- Alergias alimentarias
- Alergias ambientales de la piel
¿Qué es la dermatitis por alergia a las pulgas?
La alergia a las pulgas es el trastorno cutáneo más común en los perros. Está causada por una reacción a la saliva de las pulgas, que el cuerpo de tu perro percibe como perjudicial y produce anticuerpos para combatir al «invasor» Esto significa que cuando se muerde o se rasca debido a su malestar físico, hará que le duela más cualquier parte debido a todo el rascado.
El picor suele empezar en la zona de la cabeza de la cola y luego progresa hacia el extremo posterior, la barriga, las patas traseras y los pies. El picor también puede extenderse desde un punto (donde se han picado) por todo el cuerpo.
Además, la saliva de la pulga puede inducir una reacción alérgica en los perros con piel sensible, lo que provoca puntos calientes e infecciones.
¿Qué es la dermatitis por alergia alimentaria?
Una dermatitis por alergia alimentaria se produce cuando el cuerpo de tu perro reacciona a las proteínas de su dieta. Esto puede ocurrir por la reacción de un ingrediente específico de sus alimentos, como el pollo, el maíz, el trigo, etc.
El único tratamiento es la evitación. Algunos perros necesitarán medicación, pero para la mayoría, una dieta hipoalergénica es suficiente para tratar este tipo de alergia.
¿Qué es la alergia cutánea ambiental?
Los alérgenos ambientales, como el polen, los ácaros del polvo, el polen o el moho, pueden provocar una reacción alérgica en los perros (conocida como dermatitis atópica). Cuando se produce la reacción alérgica, tu perro puede experimentar picor e inflamación grave que puede ser severa y persistente.
En la mayoría de los casos, la dermatitis atópica es estacional, por lo que es posible que sólo la notes en determinadas épocas del año. Al igual que con las alergias alimentarias, las zonas más comúnmente afectadas son la piel y las orejas, pero también puede afectar a las patas, la cola y la ingle de tu perro.
Diagnóstico de las alergias en los perros
La alergia a las pulgas es la más fácil de identificar, ya que suelen ser visibles en el cuerpo del perro. Puedes utilizar un peine antipulgas para peinar el pelo de tu perro y comprobar si hay pulgas en él.
Para diagnosticar correctamente las alergias alimentarias, tu veterinario puede optar por hacer una dieta de eliminación. Es un tipo de dieta que consiste en alimentar a tu perro con comida que no contiene ninguno de los posibles alérgenos (alimentos novedosos) y luego reintroducir otros alimentos de uno en uno mientras se vigilan las reacciones alérgicas.
En cuanto a la dermatitis atópica, tu veterinario puede proponerte pruebas de alergia para determinar los alérgenos que desencadenan las reacciones alérgicas de tu perro.
2. Parásitos
Algunos perros son alérgicos a la saliva de pulgas o garrapatas. La dermatitis parasitaria causada por pulgas, garrapatas y ácaros hace que la zona y la piel afectadas piquen mucho, lo que les obligará a morderse y rascarse hasta sangrar.
Notarás que su piel puede enrojecerse, inflamarse y formar costras. En la mayoría de los casos, puedes ver signos de pulgas, como suciedad de pulgas, y también puedes ver las propias pulgas.
Si a tu perro le irritan las picaduras de pulgas o garrapatas, lo primero que debes hacer es darle un baño fresco con un champú para perros suave y sin perfume. Esto ayudará a calmar y disminuir la inflamación.
Lo siguiente que debes hacer es pedir a tu veterinario champús recetados para el cuidado de la piel y el pelo. Ten en cuenta que los champús deben contener fitoesfingosina, clorhexidina y climbazol, que son ingredientes beneficiosos para tratar las picaduras de pulgas.
Si el picor se concentra en una zona afectada, te recomiendo que preguntes a tu veterinario por la medicación tópica recetada. Para los casos de inflamación más graves, puede ser necesaria una inyección de corticoides. Por desgracia, esta inyección tiene muchos riesgos potencialmente mortales, por lo que debe hacerse siempre bajo la supervisión de un médico.
3. Piel seca
La sequedad hace que la piel del perro pique, y que empiece a rascarse, lo que puede conducir a una piel aún más seca.
Esta afección de la piel puede estar causada por muchas cosas, desde el aire seco hasta las pulgas. Algunos perros son más propensos que otros por su tipo de pelo y su grosor.
La sequedad suele aparecer alrededor del cuello, los codos, las orejas, la zona de la nariz y las axilas cuando hace calor en el exterior.
Hay muchas formas de ayudar a tu perro con la piel seca: prueba a darle más humedad o a añadirle baños ocasionales que incluyan avena como ingrediente (la avena ayuda a calmar el picor de la piel seca).
También puede ser el momento de utilizar un nuevo champú o acondicionador que sea suave e hipoalergénico. También es recomendable cepillar a tu perro con regularidad. Y por último, pero no menos importante, no olvides mantener a tu perro con un preventivo contra pulgas y garrapatas.
4. Picaduras de insectos
Los insectos que pican, como los mosquitos, las hormigas, las abejas, las avispas y las moscas, pueden suponer un serio problema para tu perro. Hablemos un poco de cada una de estas picaduras de insectos.
Las picaduras de mosquito en los perros son similares a las de las personas. Una vez picado, tu perro empezará a sentir el picor inmediatamente, seguido de lamidos, mordiscos y arañazos repentinos en la zona afectada. Todas las superficies del cuerpo de tu perro pueden ser propensas a las picaduras de mosquito, pero sus lugares favoritos son las zonas de gran superficie, como el lomo y los flancos.
Las picaduras de hormigas son relativamente suaves y no causan efectos significativos en todo el cuerpo. Las picaduras en sí mismas producen picor y enrojecimiento y provocan cojera. Generalmente se producen en partes del cuerpo que tienen contacto con el suelo.
Las picaduras de abeja, avispón o avispa pueden producirse en cualquier parte del cuerpo del perro y son más graves que las de otros insectos, ya que tienen más posibilidades de provocar una reacción alérgica grave y potencialmente mortal.
A diferencia de las picaduras de mosquito y de abeja, que suelen estar localizadas, las picaduras de mosca pueden producirse en cualquier parte del cuerpo del perro y pueden causar dolor, picor e hinchazón. Una de las cosas desagradables de estas picaduras de insectos es que las moscas pueden poner huevos en la piel de tu perro, especialmente en las llagas abiertas. En pocos días, los huevos eclosionan en larvas y se arrastran por la piel o excavan profundamente en ella, causando hinchazón e infecciones secundarias (como las bacterias).
5. Glándula anal
Si tu perro se comporta como si algo le mordiera el trasero, y después se desplaza por la habitación sobre su trasero, hay muchas posibilidades de que tu perro tenga problemas de glándulas anales.
Las glándulas anales están situadas en el interior del recto de cada perro y producen un líquido que se excreta durante las deposiciones para ayudar a la digestión. Estas glándulas se inflaman cuando se acumula mucho líquido en ellas (lo que puede ocurrir por diversos motivos).
El problema se produce cuando tu perro no puede excretar su glándula anal, lo que hace que la piel sobre las glándulas se hinche, se irrite y pique.
6. Trastornos psicológicos
Los problemas psicológicos, como el aburrimiento, la ansiedad, las fobias o el estrés, se manifiestan de forma que parecen imitar el dolor físico o la enfermedad. Si notas que el comportamiento de tu perro empieza a cambiar, o que empieza a mostrar comportamientos nuevos que no son propios de él, podría ser una señal de que está ocurriendo algo psicológico.
Debes llevar a tu perro al veterinario inmediatamente a la primera señal de un problema psicológico. No esperes demasiado; de lo contrario, el problema empezará a manifestarse de forma más difícil de tratar.
He aquí algunos de los trastornos psicológicos más comunes en los perros:
- Ansiedad de separación
- Ansiedad social
- Ansiedad por el ruido
- Depresión
- Aburrimiento
- Trastorno obsesivo-compulsivo
¿Qué hacer al respecto?
En primer lugar, mantén la calma y no te dejes llevar por el pánico Esto sólo empeorará la situación. Lo mejor que puedes hacer es vigilar a tu perro para detectar cualquier signo o síntoma de problemas psicológicos y de salud.
Cuando tengas una corazonada sobre lo que puede estar pasando, es hora de llevar a tu perro al veterinario para que lo examine y diagnostique. Si la causa es mental o emocional, el veterinario puede recomendar terapias. Si es física, hay varios tratamientos que también la abordan.
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