Tu perro no parece estar muy contento con su nueva jaula. Es decir, la usan cuando no estás y todo eso, pero ¿por qué de repente odia esa cosa? ¿Por qué cambia de repente el comportamiento de tu perro? ¿Le pasa algo?
He aquí por qué tu perro odia de repente la jaula:
La razón principal por la que tu perro odia de repente su jaula es que empieza a ver su jaula como un lugar incómodo. A veces esto se debe a que se les ha obligado a pasar demasiado tiempo en su jaula, y esto les hace vulnerables a la incomodidad y la ansiedad por separación.
Veamos con más detalle algunas de las razones por las que tu perro odia su casa de repente y exploremos algunas de las cosas que puedes hacer para ayudar con esto.
1. La jaula es un mal lugar
Algunos propietarios de perros utilizan las jaulas como lugar para poner a un perro no deseado para que pase el tiempo. Esto es lo peor que podrías hacer, y probablemente contribuirá a esta asociación negativa con la jaula.
Si utilizas la jaula como un castigo, estás haciendo que no quiera entrar en ella porque siente que va a ocurrir algo malo cada vez que entra en ella. Tienes que dejar de hacer esto, aunque sólo sea para que tu perro no odie su propia casa
Otro caso podría ser que tu perro tuviera miedo a la jaula desde que vivía en una perrera antes de que lo adoptaras. Si tu perro vivía en un refugio, es probable que estuviera encerrado allí, y puede haberse formado esta asociación negativa.
2. Cambio de rutina y entorno
Tu perro también es un animal de costumbres. Si algo de la vida de tu perro ya no es lo mismo, es probable que se queje para hacértelo saber y también porque está inseguro.
Una de las razones podría ser un cambio de rutina o el traslado de la jaula a una habitación más concurrida. Si has trasladado su jaula a un lugar nuevo, puede sentirse extraño allí y actuar en consecuencia. Incluso puede ser tan simple como la construcción fuera de la ventana, donde están acostumbrados a poder mirar lo que ocurre a su alrededor.
Tu perro ansía la rutina igual que nosotros, así que si algo cambia, no esperes que su comportamiento siga siendo el mismo que antes»
Lo mejor que puedes hacer por él cuando algo cambia en su entorno, ya sea temporal o permanente, es asegurarle que estás aquí para él y proporcionarle un refugio seguro. Puede ser tan sencillo como proporcionarle comida, agua, juguetes y, por supuesto, cariño, mientras la construcción exterior despierta temporalmente todo tipo de sentimientos en tu perro. ¡Las cosas volverán a la normalidad muy pronto!
3. Exceso de cacería
No es raro que los perros experimenten aburrimiento y ansiedad por separación cuando se ven obligados a pasar demasiado tiempo en su caseta. Si has estado muy ocupado y has tenido a tu perro dentro de su jaula unas cuantas horas al día, puede ser la causa de que tu perro odie la jaula de repente.
Cuando empiezan a portarse mal, significa que no les gusta estar encerrados todos los días o toda la noche. A los perros les suele gustar quedarse en casa y entrar en su jaula cuando lo necesitan, pero si pasan demasiado tiempo dentro de ella, se aburrirán (y probablemente se resentirán).
¿Cuál es la diferencia entre el aburrimiento y la ansiedad por separación?
Como dueños de mascotas, debemos saber la diferencia entre el aburrimiento y la ansiedad por separación. Si tu perro muestra signos de ansiedad por separación, tendrá una respuesta destructiva cuando se quede solo durante mucho tiempo.
Los signos incluyen ladridos o aullidos excesivos, masticar los muebles, escarbar en las alfombras o en los suelos de madera, orinar en las alfombras o en los materiales de la cama para marcar el territorio en un intento de darse un poco de consuelo, ya que se sienten inseguros sin que su dueño esté allí con ellos: todos estos son indicios seguros de que puede estar ocurriendo algo más serio que el simple hecho de estar aburrido por no recibir suficiente atención de los miembros de su familia humana.
Aunque el aburrimiento puede parecer similar a la ansiedad por separación, el aburrimiento es mucho más fácil de tratar con algunos pasos proactivos. Por ejemplo, puedes probar a introducir nuevos juguetes tipo puzzle, como un kong de peluche, sacarles a pasear al menos dos veces al día o entrenarles en nuevas órdenes.
Todo esto dará a la mascota algo de estimulación mental y hará que no se aburra de no hacer nada en todo el día.
4. Algo está mal en la jaula
Si hay algo en su jaula que le hace daño, como bordes afilados o piezas rotas, puede ser la causa del cambio repentino de comportamiento de tu perro.
Por eso debes inspeccionar su jaula con regularidad para asegurarte de que su hogar es lo más seguro y cómodo posible.
Otra cosa que puedes hacer es comprobar si la jaula de tu can está colocada en un lugar incómodo.
Tal vez, el lugar donde se encuentra la jaula de tu perro le resulte incómodo, y no quiera permanecer allí durante largos periodos de tiempo. Puede estar cerca de una zona ruidosa (como la cocina), o puede tener una mala exposición al sol durante todo el día, lo que puede causar problemas de sobrecalentamiento a los perros.
En algunos casos, los perros odian sus jaulas debido a su ubicación. Puede estar cerca de una zona ruidosa (como la cocina) o tener una mala exposición al sol durante todo el día, lo que puede causar problemas de sobrecalentamiento a los perros.
5. Otros animales entraron en su jaula
Los perros pueden notar pequeños cambios en su jaula. Especialmente en el caso de los perros sensibles, incluso un ligero olor de otros perros en su casa es suficiente para que estén inquietos durante unas semanas.
Si tu perro está acostumbrado a estar rodeado de otros animales domésticos (por ejemplo, un gato) en la casa, puede que no le importe o incluso le guste que entren en su jaula de vez en cuando, pero si se trata de algo nuevo que huele de forma desconocida para él, puede reaccionar de forma diferente.
6. La edad del perro
A medida que tu perro envejece, muchos de ellos se vuelven sensibles a su entorno y puede que no les guste estar encerrados. También pueden tener una vejiga débil que les dificulte retener la orina, lo que puede hacer que un perro mayor se sienta incómodo en la jaula.
Además, los perros mayores son más propensos a sufrir problemas articulares, lo que podría ser otra razón por la que tu perro mayor puede estar incómodo en su jaula. Los problemas articulares, como la artritis, pueden hacer que a tu perro le resulte muy doloroso sentarse o tumbarse en una misma posición durante un periodo de tiempo prolongado.
Esto podría reducirse asegurándose de que duermen en superficies más blandas y no se sientan o están de pie durante largos periodos de tiempo sin hacer descansos.
7. Comportamiento alentado
Tras una inspección exhaustiva, puede que no encuentres nada malo en la jaula de tu amigo peludo, pero ¿por qué entonces la odia? Puede que todo parezca estar bien, pero que un día tu perro decida ponerse firme y se niegue a volver a entrar, incluso aunque estés allí mismo dándole golosinas o palabras tranquilizadoras mientras se pasea fuera de su jaula.
Podrías suponer que a tu perro le pasaba algo, o quizás porque estaba enfermo. Sin embargo, hay una explicación sencilla para este comportamiento repentino, y es que ha aprendido que este acto le llama la atención.
¿Cómo hacer que a tu perro le vuelva a gustar su jaula?
1. Haz que sea el lugar más cómodo para estar
Para que tu perro vuelva a enamorarse de su jaula, tu primer objetivo es hacer que su jaula sea el lugar más cómodo.
Incluso el perro mejor adiestrado en su jaula puede dañarla de vez en cuando. Así que, antes de hacer nada, inspecciona y arregla cualquier daño en la jaula, como una puerta rota o unos barrotes doblados.
Si la jaula es demasiado pequeña, cámbiala a una más grande para que tenga espacio suficiente para moverse libremente sin sentirse encerrado o apretado. Dale un montón de cosas chulas, como juguetes, golosinas, una manta súper cómoda y una cama para perros.
Sólo entonces podrás empezar a trabajar en la creación de asociaciones positivas con la jaula mediante el adiestramiento.
2. Vuelve a adiestrar a tu perro en la caja
¿Has tenido que adiestrar a tu perro en la jaula, o ya estaba adiestrado cuando lo recibiste? Hay muchas cosas que pueden salir mal durante el proceso y hacer que tu perro acabe odiando su jaula.
Por eso, si tu perro odia su jaula, la solución puede ser volver a entrenar a tu perro. Recuerda, mientras entrenas a tu perro en la jaula, empieza poco a poco.
Intenta meter a tu perro en la caja con una golosina y no dejarle salir hasta que esté tranquilo durante al menos 30 segundos. La próxima vez que lo intentes, espera otros 15 segundos antes de volver a dejar salir a tu cachorro de su jaula.
Sigue haciendo este proceso hasta que permanezca tranquilo dentro de su jaula sin ninguna distracción ni golosina. Debes aumentar gradualmente la cantidad de tiempo que tu mascota permanece dentro de su jaula, para que deje de sentirse como una sentencia de encarcelamiento.
Lo importante es recordar que los perros responden bien con el refuerzo positivo y no con el castigo, así que asegúrate de alabar mucho a tu perro durante el proceso de reeducación.
3. Desensibiliza a tu perro
Como ya hemos dicho, la ansiedad por separación puede hacer que tu perro odie su jaula, y el adiestramiento en jaulas puede utilizarse para tratar este tipo de ansiedad. La clave es desensibilizar a tu perro a quedarse solo en la jaula.
Estos son algunos pasos para adiestrar a un perro con ansiedad por separación:
- Pon a tu perro en su jaula. Cierra la puerta y déjalo salir al cabo de uno o dos minutos. Puedes acariciarlo cuando salga de la jaula.
- Aumenta gradualmente el periodo de tiempo que tu perro se queda solo, aumentando el tiempo que lo dejas dentro antes de volver a abrir la puerta.
- Una vez que puedas dejar a tu perro dentro de su jaula durante varios minutos. La siguiente etapa es dejar la puerta de la jaula abierta (después de que esté entrenado para ir al baño). Observa si permanece tranquilo y confiado mientras está dentro.
- Si tu perro puede quedarse solo con la puerta abierta sin estar ansioso, entonces has completado la desensibilización, y ahora puede tener su propio espacio donde refugiarse.
4. Utiliza un buen horario de adiestramiento en la caja
Tener un buen horario de adiestramiento en el cajón puede reducir la posibilidad de que tu perro esté ansioso con su cajón, y asegurarte de que tiene un lugar seguro para dormir por la noche, además de fomentar un buen comportamiento en el cajón (disminuyendo las posibilidades de accidentes y destrozos en la casa).
He aquí un ejemplo de horario de adiestramiento de cachorros en la jaula que podrías seguir.
- 06:00 am – Cuando tu cachorro se despierte, deja que se tome un descanso para ir al baño. Puedes darle tiempo para que juegue en su jaula.
- 07:00 h – Después del desayuno, haz una pausa para ir al baño. Juega en la jaula y echa una siesta también.
- 08:00 – Descanso para ir al baño. Tiempo de juego. o siesta en el cajón.
- 09.30 h – Pausa para ir al baño. Hora de jugar. Descanso para ir al baño. Siesta en el cajón.
- 12.00 h – Hora de comer. Descanso para ir al baño. Hora de jugar Pausa para ir al baño. Siesta en el cajón.
- 02.00 h – Pausa para ir al baño. Hora de jugar. Pausa para ir al baño. Siesta en el cajón.
- 05.00 a.m. – Cuando cenes, ve al baño. Descanso. Después de la cena, ve al orinal y luego juega en el cajón.
- 06:00 pm – Descanso para ir al baño. Juega. Descanso para ir al baño. Siesta en el cajón durante un rato.
- 08:30 – Pausa para ir al baño antes de acostarse.
- 09:30 pm – Hora de acostarse.
- 10:00 pm – 06:00 am – Proporciona descansos para ir al baño según sea necesario.
5. Considera otras alternativas
Para ser franco, tu perro no debería estar encerrado en su jaula todo el día. Imagina lo que es estar atrapado en la misma habitación durante horas sin nada que hacer.
Así que si a tu perro no le gusta su jaula, intenta buscar otras alternativas. Los corrales para perros están diseñados específicamente para ellos y, en muchos casos, ofrecen más espacio para vivir que una jaula tradicional.
También puedes considerar la posibilidad de dejar a tu perro en una habitación pequeña donde pueda deambular libremente y utilizar una puerta para bebés para evitar que tu perro vaya a la zona a la que no quieres que se acerque (especialmente cuando no está supervisado).
Conclusión
La mejor manera de averiguar por qué tu perro odia su jaula es hacer un experimento. Si puedes, coloca una cámara de vídeo en la jaula de tu perro y vigila su comportamiento durante los próximos días.
Lo que veas te dará una idea de lo que puede estar causándole estrés. Y lo que es más importante, te permitirá desarrollar estrategias que funcionen con tu amigo peludo en lugar de contra él
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