Tengo un perro que se acurrucaba conmigo todo el tiempo, pero ahora, al hacerse mayor, ¡ni siquiera se acercaba a mí cuando estaba en el sofá! ¿Qué ha pasado? ¿Por qué mi perro ya no se acurruca conmigo?
Posiblemente porque no le prestas suficiente atención, o porque no se siente seguro en tu espacio. A veces se trata de una enfermedad, y otras veces puede ser una señal de que el perro se siente abandonado, de la vejez (los perros mayores pueden dejar de tener vigor para abrazar), o de que te tiene miedo.
1. Tu perro está enfermo o tiene dolor
Es posible que tu mimoso perro ya no tenga ganas de acurrucarse contigo porque tiene un problema de salud subyacente. Si tu mascota se levantaba y se movía, pero ahora se queda tumbada en un rincón del sofá, es probable que esté sufriendo algún tipo de enfermedad o lesión que le impida moverse tanto.
Hazte algunas preguntas. ¿Sigue tu perro interesado en comer o beber? Si no es así, es posible que tengas que llevarlo inmediatamente al veterinario para que le dé un tratamiento de deshidratación y/o de choque antes de que empeore. ¿Parece tu mascota aletargada en lugar de juguetona a esta hora del día, cuando normalmente está llena de energía? ¿Tiene heridas o golpes en el cuerpo? Cualquiera de ellos podría ser un indicio de que tu perro padece una enfermedad o una lesión.
Si observas alguno de estos síntomas, ponte primero en contacto con tu veterinario antes de hacer nada.
2. Tu perro envejece
A medida que tu perro envejece, su comportamiento también puede cambiar. Los perros pueden considerarse geriátricos a la edad de seis o siete años. Puede que sólo quieran un poco de atención en forma de una palmadita ocasional en la cabeza.
Esto no tiene nada que ver con una disminución del afecto, sino más bien con que se están haciendo mayores y simplemente quieren su espacio personal a medida que envejecen. Además, sus articulaciones pueden estar doloridas o rígidas por la edad, lo que puede dificultar que se acurruquen a tu lado como antes.
Si tu perro cojea o le cuesta levantarse, es mejor no hacer que tu perro mayor se sienta incómodo forzándolo. En lugar de ello, dale una palmadita ocasional en la cabeza si lo permite y deja que disfrute de un tiempo de descanso en su cama.
3. Tu perro se siente abandonado
Los perros también necesitan atención, y si tu bebé peludo no ha recibido tanta atención como antes, puede empezar a sentirse abandonado y no querer seguir acurrucándose.
Si te preguntas si tu perro se siente desatendido, no busques más allá del propio perro. Puede que no sean los compañeros más habladores, pero no son completamente ajenos al lenguaje corporal. Si observas que tu perro tiene un comportamiento destructivo, como escarbar, morder o arañar en exceso, es posible que se sienta desatendido y esté tratando de decirte algo.
Por muy ajetreada que sea la vida, hay muchas cosas que puedes hacer para dedicar tiempo a tu perro. Por ejemplo, puedes pasar una hora con ellos por la mañana antes del trabajo y otra hora después del trabajo.
4. Tu perro te tiene miedo
Si tu perro se muestra nervioso y estresado cuando tratas de abrazarlo, puede ser porque tiene miedo de lo que va a pasar. Tal vez le hayas regañado demasiado, o lo hayas hecho de forma incorrecta; en cualquier caso, querrás disculparte con tu perro.
¿Los perros entienden cuando les pides disculpas? Sí Por mucho que queramos pensar que los perros son descerebrados y no entienden nada de lo que ocurre a su alrededor, hay algo de verdad en el asunto. Tu amigo peludo entiende tanto las disculpas verbales como las físicas, como las caricias o las golosinas Por ejemplo, en el libro de Masson «El perro que no podía dejar de amar», explica cómo los perros pueden entender cuando su humano se disculpa.
Si no estás seguro de cómo disculparte con tu perro, aquí tienes algunos pasos que puedes seguir:
- Empieza por acariciar al perro de forma apacible. Puede que tarde un poco en responder, pero acabará bajando la cabeza y acercándose.
- Si tu perro no parece interesado o sigue actuando con enfado, dale un poco de espacio hasta que puedas volver a realizar estos pasos con más paciencia.
- Cuando le prestes atención, asegúrate de hablarle suavemente, para que sepa que todo está bien ahora.
- También puedes ofrecerle comida o golosinas como forma de pedirle perdón a tu perro.
5. Tu perro no sabe si quiere mimos o no
A algunos dueños de perros les resulta extraño que sus perros no les hagan mimos. La verdad es que si nunca les dices que quieres mimos, ¿por qué deberían venir a darlos?
Al igual que cualquier otra cosa en la vida de tu perro, desde el entrenamiento para ir al baño hasta los ladridos excesivos, tienes que entrenarles y decirles lo que quieres constantemente. Al igual que un padre tiene que enseñar a su hijo a hacer cosas, tú también tienes que enseñar a tu perro.
6. A tu perro no le gustan los mimos
Algunas razas, como el Staffordshire bull terrier y el Golden Retriever, son más cariñosas que otras. A estas razas de perros sociales les encanta estar cerca de su humano y se acurrucan con él en cualquier momento y lugar.
Sin embargo, no todos los perros son así. Otras razas, como los rottweilers o los pastores alemanes, por ejemplo, son más propensas a querer una palmadita en la cabeza que una sesión de acurrucamiento real.
7. Tu perro es celoso
Si tu perro solía recibir toda tu atención, pero ahora siempre se la das al nuevo miembro de la familia o al nuevo perro, puede que esté celoso. Los perros celosos harán todo lo posible para llamar tu atención, y la mayoría de las veces de forma no muy buena.
Por ejemplo, algunas veces puede evitar el contacto físico contigo, hacer aspavientos por quedarse solo demasiado tiempo e incluso intentar robarte la comida del plato.
Qué hacer para animar a tu perro a abrazarte
Para todos los amantes de los perros, no os asustéis demasiado. No es una tarea ardua hacer que tu cachorro vuelva a acurrucarse contigo. Estos son algunos consejos que animarán a tu amigo peludo a bajar la guardia y a disfrutar del momento:
1. Entrena a tu perro para que se acurruque y se relaje
Tanto si buscas una forma de relajarte después del trabajo como si sólo quieres ese momento de calma en el que tu perro se sienta igual, asegúrate de que aprende a relajarse y a acurrucarse. Puedes enseñarle esto haciendo estas tres cosas
- Juega primero con el perro, para que se canse, y luego intenta ponerlo en tu regazo y pedirle que se quede quieto.
- Dale al perro una golosina cuando se siente en tu regazo durante más de un minuto sin intentar nada más. Esto hará que asocie los mimos con resultados positivos y querrá volver a hacerlo (adiestramiento con refuerzo positivo).
- Practica esta actividad cada día o cada pocos días para establecer una consistencia.
2. Descarta cualquier condición médica
Pregunta a tu veterinario si tu perro tiene algún problema físico. Puede haber una condición médica que no le permita acercarse a ti o a otros miembros de la familia.
Si el veterinario dice que todo está bien, entonces es el momento de buscar señales de comportamiento. Por ejemplo, si has traído recientemente otra mascota, comprueba si se llevan bien entre ellos.
¿Cómo lidiar con un perro celoso? Si tu primer perro parece celoso, intenta ser más atento con él. Dale a ambos la misma cantidad de atención y afecto. Por ejemplo, puedes hacer que participen en actividades de juego.
3. Dale a tu perro suficiente estimulación y ejercicio
Hay un viejo dicho que no puede ser más cierto: «Un perro cansado es un buen perro» Al igual que nosotros, cuando tu perro recibe suficientes estímulos (mentales y físicos), será feliz y estará bien adaptado.
Por eso es importante que cada día tu perro haga suficiente ejercicio. El ejercicio no sólo es bueno para ellos, sino que también puede ayudarles a liberar toda la energía que han acumulado. Un paseo, un lanzamiento de la pelota, un juego de tira y afloja o un juego de buscar, haz lo que más le guste a tu perro.
Conclusión
Los perros son animales sociales a los que les encanta estar cerca de sus dueños. Al fin y al cabo, se han pasado los últimos 10.000 años evolucionando con los humanos y pueden tener una necesidad biológica de contacto humano tan grande como nosotros
Así que si tu perro se niega a acurrucarse a tu lado o ha empezado a ponerse ansioso cuando está cerca de ti, podría haber una razón subyacente que requiere atención (como la ansiedad)
Para entender lo que puede estar pasando y darles el cuidado que se merecen, ¡concierta una cita en la consulta de tu veterinario local hoy mismo!
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