¿Alguna vez le has puesto un arnés a tu perro para que se retuerza y proteste? Si es así, seguro que no eres el único. De hecho, muchos propietarios de perros han experimentado lo mismo.
¿Pero por qué los perros odian los arneses?
Puede haber varias razones. Quizá tu perro asocie el arnés con algo desagradable, como ir al veterinario. O tal vez simplemente no les gusta cómo se siente.
Sea cual sea el caso, hay algunas cosas que puedes hacer para que la experiencia sea más llevadera para ambos.
Nuestro artículo ofrece siete razones habituales por las que los perros odian los arneses, y cómo solucionarlas Así que si tu amigo peludo te lo hace pasar mal, no dejes de consultarlo.
7 razones por las que tu perro odia el arnés
1. El arnés puede no ajustarse bien
Si tu perro se resiste a llevar un arnés, puede ser porque éste no se ajusta correctamente. Un arnés mal ajustado puede resultar incómodo y restrictivo, y hacer que tu perro lo asocie con experiencias desagradables.
Por el contrario, un arnés bien ajustado debe ser ceñido pero no demasiado apretado, permitiendo que tu perro se mueva libremente sin sentirse constreñido.
Si no estás seguro de si el arnés de tu perro es de la talla adecuada, llévalo a una tienda de animales y pide a un profesional que te ayude a seleccionar la talla y el estilo adecuados para su raza y tipo de cuerpo.
También puedes ver un vídeo en YouTube sobre cómo medir a tu perro para un arnés.
2. Los perros pueden sentirse restringidos y atrapados por un arnés
Es importante introducir un arnés de forma gradual y paciente, permitiendo que tu perro se acostumbre a él antes de utilizarlo durante periodos de tiempo prolongados. Un cambio repentino de un collar a un arnés puede resultar confuso e incluso aterrador para algunos perros.
Pueden sentirse restringidos y atrapados, sobre todo si no están acostumbrados a estar sujetos. Esto puede provocar ansiedad e incluso agresividad.
Por esta razón, es importante tomarse las cosas con calma al introducir un arnés, dejando que tu perro se adapte a su propio ritmo.
3. El perro puede haber tenido una mala experiencia con el arnés en el pasado
Es posible que haya tenido una mala experiencia con el arnés en el pasado. Quizá se sintió incómodo con él o se enredó y se sintió frustrado.
O tal vez se le tiró demasiado fuerte o demasiado a menudo mientras lo llevaba, lo que hizo que se asociara con experiencias negativas. Sea cual sea el caso, es importante intentar comprender lo que siente tu perro y ayudarle a superar su miedo.
4. No les gusta que las cosas pasen por encima de su cabeza
Aunque la mayoría de los perros no tienen ningún problema en llevar un arnés, hay algunos a los que realmente les disgusta. Para estos perros, la sensación de tener un objeto extraño deslizado sobre su cabeza es simplemente demasiado.
Pueden retorcer su cuerpo, arremeter hacia delante o incluso intentar morder. En su mente, el arnés es una trampa, y están decididos a liberarse.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todos los perros responden así a los arneses. Algunos perros los toleran sin problemas, mientras que otros parecen incluso disfrutar del proceso de ponerse un arnés.
5. Pueden ser alérgicos a los materiales del arnés
Para algunos perros, el arnés equivocado puede causar muchas molestias. Muchos arneses disponibles en el mercado están fabricados con materiales sintéticos que pueden irritar la piel del perro, sobre todo si es propenso a las alergias.
Los alérgenos más comunes son el nylon, el poliéster y el cuero. Si tu perro parece constantemente incómodo o agitado cuando lleva un arnés, puede valer la pena hacerle pruebas de alergia.
6. No quieren salir a la calle
Para algunos perros, el acto de ponerse un arnés es sinónimo de salir de su zona de confort.
Estos perros prefieren quedarse en casa, donde conocen todas las vistas y los olores. Para ellos, ponerse un arnés es el primer paso de un largo viaje lejos de la seguridad de su hogar. Para estos perros, los arneses pueden ser una fuente de ansiedad y miedo.
Sin embargo, también hay algunos perros a los que les encantan los arneses porque los asocian con la aventura y la emoción. Para estos perros, ponerse un arnés significa que pueden salir a pasear o dar un paseo en coche, dos de sus cosas favoritas.
En definitiva, cada perro es único, y hay que respetar sus preferencias individuales.
7. Tienen dolor
En algunos casos, la fuerte aversión a llevar un arnés puede deberse a problemas de salud. Si tu perro tiene dolor, puede asociar el arnés con ese dolor y tratar de evitarlo.
Por ejemplo, a los perros mayores con problemas articulares puede resultarles incómodo llevar un arnés durante largos periodos de tiempo. Si sospechas que la razón por la que tu perro odia su arnés se debe al dolor, es importante que hables con tu veterinario y descartes cualquier problema de salud.
Cómo hacer que tu perro ame el arnés
Si tu perro odia el arnés, hay algunas cosas que puedes hacer para que la experiencia sea más agradable para ambos.
1. Asegúrate de que el arnés es cómodo y se ajusta correctamente
Conseguir que tu perro ame su arnés puede ser tan fácil como asegurarse de que se ajusta correctamente. Una buena regla general es medir desde la base del cuello de tu perro hasta la base de su cola.
También deberás tener en cuenta la anchura de su pecho, ya que esto determinará el tamaño del arnés. Una vez que tengas estas medidas, puedes empezar a comprar un arnés que sea cómodo y elegante a la vez.
Además, asegúrate de elegir un arnés que tenga correas ajustables y esté hecho de materiales transpirables. Esto ayudará a que tu perro esté lo más cómodo posible mientras lo lleva.
2. Introduce el arnés gradualmente y acompáñalo de experiencias positivas
Si tu perro tiene miedo del arnés, es importante introducirlo gradualmente. Empieza dejando que vea y huela el arnés mientras ambos estáis relajados. Incluso puedes darle una golosina mientras lo investiga.
Cuando parezca que se siente cómodo con el arnés, prueba a ponérselo durante periodos cortos de tiempo. Al principio, es posible que sólo puedas mantenerlo puesto durante unos segundos. Pero con paciencia y práctica, podrás aumentar gradualmente la cantidad de tiempo que tu perro pasa con él puesto.
También es importante combinar la experiencia de llevar un arnés con cosas positivas, como los paseos y los viajes en coche. Esto ayudará a tu perro a asociar el arnés con cosas buenas y hará que toda la experiencia sea más agradable.
3. Prueba a utilizar distintos tipos de arneses
Al igual que las personas tienen diferentes preferencias en cuanto a la ropa, los perros también pueden ser exigentes con sus arneses. Algunos pueden preferir un determinado material o estilo, por lo que es importante experimentar hasta que encuentres el que mejor se adapte.
También puedes considerar la posibilidad de cambiar a un arnés que se sujete en un punto diferente. Por ejemplo, algunos perros prefieren un arnés de clip frontal, que se sujeta al pecho del perro, mientras que otros prefieren un arnés de clip trasero, que se sujeta a su espalda.
4. Asegúrate de que el arnés está hecho con materiales a los que tu perro no es alérgico
Si notas que tu perro muestra signos de malestar después de llevar el arnés, es posible que sea alérgico a los materiales con los que está hecho.
Algunos perros son alérgicos a ciertos materiales, como el nylon o el poliéster. Si no estás seguro de si tu perro es alérgico a su arnés, prueba a cambiar a uno de otro material y comprueba si hay alguna diferencia.
5. Consulta con un veterinario o un adiestrador profesional
Si has probado todo lo anterior y tu perro sigue odiando el arnés, es posible que haya un problema más profundo. En estos casos, puede ser útil consultar con un veterinario o un adiestrador profesional.
Ellos podrán ayudarte a averiguar por qué tu perro tiene miedo al arnés y darte consejos para que lo ame.
¿Debes preocuparte si tu perro odia el arnés?
En la mayoría de los casos, una fuerte aversión a los arneses no es motivo de preocupación. Los perros son individuos, y al igual que las personas, tienen sus propias preferencias.
Si tu perro odia su arnés, pero por lo demás es feliz y está sano, no hay que preocuparse. Sin embargo, si crees que el odio al arnés se debe a un problema de salud, es importante que hables con tu veterinario.
Podrá realizar un examen exhaustivo y descartar cualquier posible problema médico.
Conclusión
Si tu perro odia su arnés, no desesperes. Con un poco de paciencia y esfuerzo, puedes ayudarle a superar su miedo y aprender a amarlo.
Sólo tienes que tomarte las cosas con calma, empezar con un arnés cómodo y bien ajustado, y asociar la experiencia con cosas positivas.
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